martes, 24 de julio de 2012

Paraíso


He vuelto del paraíso. 

La mayoría de los que me leéis ya sabéis de qué hablo. Fuerteventura.

El año pasado (somos repetidores, y mientras se pueda creo que lo seremos por muchos años) nos hizo mucho viento. Las sombrillas volaban por los aires, las toallas desaparecían cubiertas por la arena. Era tan fuerte que la arena picaba en la piel como si fueran agujas. No exagero. Total, que hubo días que ni pudimos bajar a la playa.

Pero este año… madre mía, ¡qué maravilla! El mar era una balsa. El agua cristalina. Ni una gota de viento, si acaso una brisita (de agradecer) para aliviar el calor sofocante… ¡¡¡42ºC!!! ¡¡¡En Canarias!!! Increíble, pero cierto.  Ehto eh fuego, mi rey! es lo único que repetían los canarios.

La playa es larguísima, de arena fina. Pasado el faro se convierte casi en una playa virgen, con un poco más de viento, pero donde puedes estar prácticamente solo. Tan solo tan solo que la siguiente sombrilla a lo mejor está a 200 metros. ¡¡¡Puedes correr por la arena con el culo al aire sin que nadie se entere!!!

Lo que os digo, una maravilla.

Nosotros vamos a la zona de abajo, Morro Jable. El rollo es muy tranquilo: familias y parejas, en un 90%  alemanas. Creo que la parte de arriba (Corralejo) tiene más ambiente, pero no lo cambio por esto.

Os dejo algunas fotitos para que lo veáis.









A ver si a lo largo de la semana os cuento algunas peripecias con la fauna de allí (que hemos conocido bastante) o mis mutaciones por el sol, y os reís un rato.

¡Hasta mañana!

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